Uno usa el conocimiento y la capacidad anteriores para encontrar la verdadera razón de la situación positiva o de la situación mala. Esta se llama un “Porqué”.

Un Porqué es ese punto fuera básico encontrado que nos llevará a una recuperación de las estadísticas. Un punto fuera es algo que se ha hecho mal o incorrectamente o que está ausente por completo.

Las estadísticas son la medida del número o la cantidad de algo comparado con un número o cantidad anterior de la misma cosa. Las estadísticas miden el volumen o la calidad de la producción de alguna actividad. Cualquier actividad puede medirse por una estadística que muestra la producción de esa actividad.

Por ejemplo, el número de ventas en una zapatería ha bajado. Alguien encuentra una razón o un Porqué para este declive en la venta de zapatos. Ellos corrigen lo que han encontrado. Dos semanas más tarde, la estadística de venta de zapatos en la zapatería (número de zapatos vendidos) ha mejorado y se ha recuperado completamente del declive. Esto muestra que la razón o Porqué para el número de zapatos vendidos que se encontró era correcto.

Un Porqué incorrecto es el punto fuera identificado incorrectamente que cuando se aplica no lleva a una recuperación.

En el ejemplo de las ventas de la zapatería anterior, supongamos que después de un par de semanas de haber encontrado el “Porqué”, y de haber tratado de “corregirlo”, la estadística del número de la venta de zapatos bajó aún más. El “Porqué” que se encontró no llevó a una recuperación de la estadística de ventas de zapatos. Era un Porqué incorrecto.

Una mera explicación es un “Porqué” que se da como el Porqué, pero que no hace posible ninguna recuperación.

De nuevo, usando el ejemplo de la zapatería: se da un Porqué para las ventas de zapatos en declive: “Las estadísticas bajaron porque llovió esa semana”. ¿Y? ¿Así que ahora paramos la lluvia? Esta explicación no tiene como resultado una estadística alta.

Otra mera explicación podría ser: “El staff se abrumó esa semana”, lo que significa que se vieron fuertemente afectados por algo. Así que se podría dar una orden de: “No abrumen al staff” como “solución” posible por un gerente. PERO LAS ESTADÍSTICAS NO SE RECUPERARÍAN. Así que la explicación dada no podría llamarse un Porqué. No nos llevará a una recuperación de las estadísticas.

Cuando se encuentra el Porqué real, el correcto y se corrige, lleva de inmediato a estadísticas mejoradas.

Un Porqué incorrecto, corregido, bajará las estadísticas aún más.

Una mera explicación no hace nada en absoluto y las cosas continúan deteriorándose.

Aquí hay otro ejemplo: las estadísticas de un área estaban bajas. La investigación mostró que dos semanas antes algunas personas habían estado enfermas. Llegó el informe: “Las estadísticas bajaron porque el personal se enfermó”. Esto fue una mera explicación, dando una “razón”, pero no resolvió nada. ¿Qué se puede hacer ahora? Quizás esta explicación se acepta como el Porqué correcto. Entonces se da una orden: “Toda la gente en el área tiene que someterse a un examen médico y no se aceptarán trabajadores enfermos. Se despedirán a los trabajadores enfermos”. Ya que esto es una corrección a un Porqué incorrecto, las estadísticas de la actividad que miden su producción decaerán. Así que tampoco es eso. Mirando más allá, se encuentra el Porqué real: El jefe en el área da órdenes a las personas incorrectas quienes, cuando las siguen, dañan su producción individual y sus estadísticas de producción bajan.

Para corregir esto, se organiza el área, el jefe se entrena rápidamente de modo que sepa qué está pasando y no siga emitiendo órdenes incorrectas. Como resultado, la producción del área mejora y las estadísticas que miden la producción del área se recuperan y aumentan aún más. El Porqué correcto hizo que las estadísticas se recuperaran.

Aquí hay otro ejemplo: las estadísticas de una escuela están bajas. El número de estudiantes que terminan sus estudios en el tiempo esperado está muy abajo. Se hace una investigación que da una mera explicación: “Todos los estudiantes estaban ocupados haciendo deporte”. Así que la dirección de la escuela dice: “¡Se acabaron los deportes para los estudiantes!’’. Ahora la estadística de completaciones de estudiantes vuelve a bajar. Una nueva investigación presenta un Porqué incorrecto: “Se le está enseñando mal a los estudiantes”. La dirección de la escuela despide al decano, el oficial a cargo de los estudiantes y los profesores. Ahora la estadística baja de forma muy pronunciada.

Finalmente, se lleva a cabo una investigación adicional más competente. ¡Resulta que había 140 estudiantes y solo un decano y un instructor! ¡Y el decano tenía otros deberes! Así que se devuelve al decano a su trabajo y se contratan dos instructores más, haciendo que hayan tres instructores. Las estadísticas en la escuela suben bastante alto porque se ha encontrado un Porqué correcto.

Todos los desastres y los éxitos de los ejecutivos y las organizaciones se explican con estos tres tipos de Porqué. Un factor arbitrario (una orden o un dato falso introducido en una situación) es probablemente solo un Porqué incorrecto que se retiene ahí por una ley o una regla. Y si se mantiene de esa forma, una actividad operando bajo esta orden o un dato falso tendrá un montón de problemas y las estadísticas que miden su producción permanecerán muy bajas.

Así que si quieres manejar una mala situación correctamente, debes comprender la lógica de forma que puedas encontrar el Porqué correcto y realmente debes estar alerta y corregir un Porqué incorrecto.

En la banca mundial, donde generalmente ocurre la inflación, es probable que los diversos reglamentos o leyes financieras solo sean un gran desfile de Porqué incorrectos. El valor del dinero y su utilidad para el ciudadano puede deteriorarse hasta tal punto que toda una filosofía pueda ser construida. Esto ocurrió en la antigua ciudad de Esparta. Licurgo, un legislador griego, inventó dinero hecho de hierro que nadie podía levantar, así que no se podía usar. Él estaba tratando de deshacerse de los “males del dinero” en Esparta. Eso detuvo el uso de dinero por completo y en lugar de dinero no había otra cosa que tonterías.

Los problemas de las organizaciones empeoran mucho cuando se usan meras explicaciones (que no llevan a ninguna mejora) o Porqué incorrectos (que bajan más las estadísticas). Las mejorías de las organizaciones vienen de encontrar el Porqué real y de corregirlo.

La prueba de un Porqué real es: “Cuando se corrige, ¿se recuperan las estadísticas que miden la producción de un área?”, Si lo hacen, entonces el Porqué era correcto. Y cualquier otra orden para corregir la situación que se hubiera dado basándose en un Porqué incorrecto debe cancelarse de inmediato.