Planes de Batalla
Una persona puede alcanzar sus metas elaborando planes y programas, después haciendo los pasos de los programas objetivo por objetivo. Hay acciones diarias y semanales que una persona tiene que hacer que resultarán en objetivos y programas terminados. Una herramienta que la persona puede usar para hacer que sus programas y planes se terminen y que sus metas se logren son planes de batalla.
Un “plan de batalla” se define como una lista de objetivos para el día o la semana, que ayudan a llevar a cabo la planificación estratégica. Estos objetivos proporcionan las acciones que se tienen que llevar a cabo en el presente o tan pronto como sea posible. También resuelve cualquier cosa que pudiera estar bloqueando un objetivo, tal como algo que esté mal, que falte o que se haga incorrectamente.
Algunas personas escriben “planes de batalla” solo como una serie de acciones que esperan hacer el día o la semana siguiente. Esto está bien y es mejor que nada y ayuda a organizar las acciones necesarias. Puede ser que alguien que no haga esto esté haciendo mucho menos y esté mucho más molesto y “ocupado” que alguien que lo haga. Una forma excelente de lograr producción es que una persona planifique, de forma ordenada, lo que pretende hacer el día o la semana siguiente y entonces llevarlo a cabo. Pero esto es usar el plan de batalla como herramienta de una manera muy básica.
Echemos una mirada a las definiciones. ¿Por qué se llama plan de batalla? Parece un término militar muy duro de usar en el mundo cotidiano de la administración. Pero encaja y es un término útil.
Una guerra es algo que ocurre en un largo período de tiempo y todo depende de quién gane o pierda. Una batalla es algo que ocurre en un período de tiempo corto. Uno puede perder varias batallas y aún así ganar la guerra. Así que con un plan de batalla, uno está hablando de períodos de tiempo cortos.
Hay más sobre esto. Cuando se habla sobre la guerra, uno está hablando de una serie de acontecimientos que pasan a lo largo de un extenso período de tiempo. Ningún líder en ninguna guerra ha tenido éxito a menos que hiciera alguna planificación estratégica. Esto tendría que ver con el progreso de la guerra o una gran parte de ello y tendría que ver con ideas grandes y de nivel superior. Un plan estratégico es general, no está detallado, tiene propósitos definidos y encaja en la parte superior de la Escala Administrativa.
En los niveles inferiores de cualquier actividad, por debajo de la planificación estratégica, está la planificación táctica. Para llevar a cabo un plan estratégico, tiene que haber un plan de movimiento (como cuántos soldados se tienen que enviar a dónde y a qué hora) y acciones (como si van a atacar o van a esperar a que pase algo primero). Estas son algunas de las cosas que son necesarias para llevar a cabo la planificación táctica. La planificación táctica normalmente se lleva a cabo en los niveles inferiores de los ejércitos y se usa normalmente para poner en marcha la planificación estratégica.
La planificación táctica puede incluir una gran cantidad de detalles, incluso establecer las acciones que un soldado tiene que hacer, como “El soldado Pepe tiene que mantener su ametralladora apuntando al grupo de árboles en la cima de la colina y disparar si algo se mueve allí”.
La “dirección intermedia” (bajo este término están los líderes de los grandes grupos de soldados dentro de un ejército hasta los líderes de grupos pequeños) se encarga de que la planificación estratégica se ponga en acción.
El cuerpo de planificación superior emite un plan estratégico. La dirección intermedia transforma este plan estratégico en órdenes tácticas. Lo hacen tanto a largo como a corto plazo. Cuando se llega hasta el método operacional a corto plazo, se tienen los planes de batalla.
Así que un plan de batalla significa transformar el plan estratégico en objetivos exactos y factibles que después se ponen en acción. Estos se tienen que conseguir en el período de tiempo que está cerca del presente, no muy lejos en el futuro. Así que aquí tienes un buen plan estratégico que se ha convertido en buenos objetivos tácticos que después se han llevado a cabo, y esto ha resultado en progreso. Un número suficiente de estas secuencias llevadas a cabo con éxito, significa que puedes ganar la guerra.
Esto tiene que darte una comprensión de lo que realmente es un plan de batalla. Es la lista de objetivos que se llevan a cabo en el presente o tan pronto como sea posible. Estos objetivos cubren un período corto. Al hacerlos se pone en acción una porción del plan estratégico.
A partir de esto, está claro que la dirección funciona mejor cuando existe un plan estratégico y cuando se conoce al menos hasta el nivel de los que hacen la planificación táctica. Estas personas son simplemente las que transforman los planes estratégicos en objetivos, que después los conocen y los llevan a cabo los que están en la dirección intermedia y hacia abajo. Es una dirección con éxito cuando hace esto correctamente.
Por supuesto, un plan estratégico que sea completo y correcto conducirá a que se realicen las acciones que serán útiles o importantes. Y el plan estratégico en sí depende de programas que se escriben en forma de objetivos que sean factibles y hagan uso de los recursos disponibles (dinero, empleados, equipo, suministros, etc.).
Cuando hablamos de “cumplimiento” (terminar lo que se ha ordenado) en realidad, hablamos de un objetivo hecho. La persona que está llevando a cabo el objetivo, puede no estar al tanto del plan estratégico general o de cómo su objetivo encaja en este. Pero la dirección tiene que asegurarse de que todos los objetivos en realidad lleven a cabo el plan estratégico general.
Cuando hablamos de coordinación en realidad estamos hablando de asegurarnos de hacer una versión táctica de un plan estratégico que, en el nivel inferior de responsabilidad en una organización, organiza las acciones para que todas vayan en una dirección.
Aquí hay un ejemplo de organización, o una coordinación adecuada. Si pusieras a un gran número de personas en una sala de reuniones grande e hicieras que mirasen en direcciones distintas y luego de repente les gritaras que empezaran a correr, por supuesto chocarían unas con otras y tendrías una completa confusión. Esta es la imagen que uno obtiene cuando un plan estratégico no se convierte en un plan táctico fluido y no se ejecuta de forma coordinada. Estas personas que están corriendo por la sala podrían actuar como si tuvieran mucha prisa, incluso tal vez molestas y confusas. Podría parecer que estaban en el trabajo y produciendo, pero eso ciertamente no sería cierto porque sus acciones no estaban coordinadas.
Si uno cogiera a estas mismas personas en la misma sala y las pusiera a hacer algo útil, como por ejemplo limpiar la sala, estaríamos tratando con acciones específicas de individuos específicos que tienen que ver con escobas y fregonas: quién las consigue, quién vacía la basura y así sucesivamente. El plan estratégico de “Preparar la sala de reuniones para la reunión” se vuelve un plan táctico, que dice exactamente quién hace qué y dónde. Eso sería el plan táctico. El resultado sería una sala limpia que está lista para la reunión.
Pero “Limpiar la sala de reuniones para la reunión” es claramente una pequeña parte de un plan estratégico general. En otras palabras, el plan estratégico en sí mismo tiene que ser desglosado en partes más pequeñas.
En una organización, el jefe de grupo podría tener un plan de batalla que tendría un número de pasos en él. Estos pasos irían a los ejecutivos inferiores, que escribirían planes de batalla para sus propias secciones. Estos planes de batalla tendrían más detalles que el plan de batalla del jefe de la organización. Así que tenemos un gran plan general que gradualmente se vuelve más y más detallado al ser dividido en secciones, con estas secciones divididas en objetivos aun más pequeños.
Este procedimiento debería resultar en logros valiosos que ayuden a llevar a cabo el plan estratégico. Y si comprendes todo lo anterior, te habrás vuelto muy hábil en lo que se requiere para coordinar las numerosas actividades que tienen que hacerse para llevar a cabo un plan estratégico.
Esta planificación depende de los recursos disponibles. Así que una organización que esté aumentando de tamaño o intentando llevar a cabo proyectos grandes, tiene que incluir algo de planificación organizativa y objetivos y planes de batalla para que la organización se mantenga unida al expandirse.
Uno no escribe un plan de batalla con el punto de vista de: “¿Qué voy a hacer mañana?” o “¿Qué voy hacer la próxima semana?”. Esto está bien y es mejor que nada. Pero lo que hay que resolver es la cuestión general de “¿Qué acciones exactas tengo que hacer para llevar a cabo este plan estratégico para lograr los resultados exactos necesarios para esta sección del plan estratégico, dentro de los límites y los recursos disponibles?”. Entonces uno tendría el plan de batalla para el día siguiente o la próxima semana.
Hay una cosa sobre la que se tiene que estar alerta al hacer planes de batalla. Uno puede escribir muchos objetivos que tienen poco o nada que ver con el plan estratégico. Estos objetivos podrían mantener a la gente muy ocupada pero no llevan a cabo ninguna parte del plan estratégico general. Como consecuencia, un plan de batalla puede convertirse en un riesgo, ya que no está fomentando el progreso de ningún plan estratégico general y no está cumpliendo con ninguna finalidad táctica.
Entonces, ¿qué es un plan de batalla? Son los objetivos factibles, en forma escrita, que cumplen una parte de un plan estratégico que se tiene que hacer en ese período de tiempo.
La comprensión de asignar objetivos y la destreza usada al asignar objetivos en los planes de batalla es vital para la realización general que eleva la producción, el ingreso, la entrega (enviar los productos a los que los solicitan) o cualquier otra cosa que sea un fin deseable.
Poder preparar un plan de batalla de forma diestra y hacer que su plan de batalla se lleve a cabo es una prueba para un ejecutivo. Esto muestra la destreza y la capacidad del ejecutivo. Los planes de batalla como herramienta también los pueden usar personas de todas las áreas de la vida y en cualquier actividad.