La Condición de Poder
La condición más alta es Poder.
Poder se define como un estado donde hay tanta producción que los paros o las caídas temporales no pueden derribarlo ni amenazarlo.
Producción significa la acción de terminar algo. Es terminar una tarea, un proyecto o un objeto que es útil o valioso, o que simplemente vale la pena hacer o tener.
En una Condición de Poder, hay un nivel de producción muy, muy alto que continúa en ese nivel alto. Se ha subido a un rango completamente nuevo. Pueden haber caídas temporales, pero hay tanta producción que estas no ponen a la Condición de Poder en riesgo.
Se podría hacer la pregunta: “¿Cuánto trabajo puede hacer un hombre?”. O “¿cuántos ladrillos puede colocar una persona al día?”.
Por supuesto, una persona solo puede trabajar cierto número de horas al día. Solo puede lograr cierta producción individual al día. Pero puede obtener suficiente producción en un día para mantenerse.
Puede elevar su producción a tal abundancia como para poder tomarse algo de tiempo libre. Eso depende de su inteligencia y de su capacidad para hacer cosas sin perder tiempo o esfuerzo.
En un cierto nivel alto una persona que coloca ladrillos llegará a la máxima cantidad de ladrillos que puede colocar. Aumentando su práctica y eficiencia, ella puede mantener ese nivel de producción en aumento, un poco más cada día.
Si ella coloca tantos ladrillos que nadie nunca va a pensar en despedirla, está en Poder. Esa es una Condición de Poder para una persona.
Una estadística de Poder es una estadística en un rango muy alto; un rango totalmente nuevo en una tendencia (la dirección general de algo) de Normal.
Una estadística de Poder no es solo una estadística que está subiendo de forma pronunciada durante mucho tiempo. Poder tampoco es simplemente una estadística muy alta. Poder no es cosa de una semana. Poder es una tendencia.
Si fueras a poner una Condición de Poder en una gráfica, se vería algo así:
Fórmula de Poder
No te desconectes (dejar de comunicarse o estar en contacto con otros). La primera ley de una Condición de Poder es no te desconectes. Eso causaría una catástrofe tanto para ti como para cualquier otro involucrado.
La gente se molesta y se queja de otras personas cortando la comunicación con ellos.
Por ejemplo, consideremos el chico de una ciudad local que de repente se vuelve bastante famoso. Después de volverse muy poderoso en el área de los negocios de la Ciudad de Nueva York, nunca le vuelve a hablar a ninguno de sus amigos de su vieja ciudad natal. Sus viejos amigos están tan infelices por esto, es casi imposible que él hable con ellos.
Esto es lo que pasa: Si has estado en un área donde eras muy conocido y de repente te vuelves una celebridad, otras personas no creerán que tú todavía quieres hablarles. Están así de acostumbrados de que la gente no use la Fórmula de Poder correctamente. Las personas esperan plenamente que violes la primera parte de la Condición de Poder, que es “no te desconectes”. Creen que te vas a desconectar.
Así que cuando estás en la posición de Poder, ¡no te desconectes!
No puedes simplemente negar (rehusarte a aceptar o a reconocer) tus conexiones.
Lo que tienes que hacer es darte cuenta de que son tus conexiones y luego toma responsabilidad por ellas.
Pon tu propio trabajo o posición por escrito.
En este paso debes poner por escrito exactamente lo que haces en tu trabajo y cómo lo haces. Supón que fueras un recepcionista con mucho, mucho éxito, tanto éxito que te promovieran a ser un vendedor en tu compañía. Lo primero que deberías hacer es poner todo tu trabajo como recepcionista por escrito.
Asegúrate de escribir tu trabajo completo y de no omitir nada. Si no haces eso, te quedarás con una parte de ese trabajo por mucho tiempo en el futuro. Un año más tarde o algo así, alguien seguirá viniendo a ti, haciéndote preguntas sobre cómo hacer el trabajo de recepcionista.
Al poner tu trabajo por escrito por completo, haces que sea posible que la siguiente persona lo tome y lo mantenga en una Condición de Poder. Sabrá las acciones exactas que no debe cambiar y qué acciones debe seguir haciendo. Pero si no pones estas cosas por escrito, entonces él podría cambiarlas, y esa es la forma más segura en la que terminarás otra vez en tu antiguo trabajo, y nunca podrás moverte a otro de nuevo.
Tu responsabilidad, entonces, es poner por escrito el trabajo y ponerlo en manos de la persona que va a ocuparse de ello y hacer todo lo que puedas para hacer que el trabajo pueda hacerse por alguien más.
En el ejemplo del recepcionista que fue promovido pero fue traído de vuelta a su antiguo trabajo, él podría decir: “Esta gente nueva que se hace cargo de los trabajos de recepción no es buena. Simplemente no les importa”.
Ahora, antes de volverse así de crítico, debió haberse hecho a sí mismo estas preguntas: ¿Alguna vez puso el trabajo por escrito? ¿Alguna vez dejó el trabajo realmente? ¿Lo dejó en una condición en que podía dejarse? Y luego después de irse, ¿simplemente actuó como si el trabajo no existiera, o pasó por ahí de vez en cuando y le preguntó al nuevo recepcionista cómo estaban las cosas?
No puede haber una desconexión repentina cuando te sales de una posición de poder.
Es tu responsabilidad poner el trabajo por escrito y ponerlo en manos de la persona que se ocupará de él. Haz todo lo que puedas para hacer posible que alguien más ocupe ese trabajo. Porque puedes estar seguro que tarde o temprano alguien va a llegar y va a ocupar el puesto correctamente.