La Segunda Barrera:
Gradiente Excesivo
La palabra gradiente significa lo inclinado que es algo, tal como cuánto se inclina una carretera hacia arriba o hacia abajo o qué tan pronunciada es la ladera de una montaña.
En el tema del estudio, un gradiente es una forma de aprender nueva información o destrezas gradualmente poco a poco, paso a paso y nivel por nivel, aprendiendo cada paso o nivel fácilmente. Esto sería un gradiente suave. Hechos en gradiente, incluso temas y acciones complicados y difíciles se pueden estudiar, entender y llevar a cabo con bastante facilidad.
La palabra “gradiente” también se usa para cada uno de los pasos que se hacen en esta forma de aprendizaje.
Tomemos, por ejemplo, a un niño que está aprendiendo a ir en bicicleta. Hay un gradiente de pasos típico que se sigue al aprender el arte del equilibrio, llevar el manillar, pedalear y todas las demás acciones que se necesitan para poder ir en bicicleta.
El primer paso por lo general es hacer que el niño aprenda a montar en un triciclo, un vehículo con una gran rueda delantera y dos ruedas traseras más pequeñas. No requiere de ningún tipo de balanceo y es muy fácil de montar.
Una vez que ha aprendido a ir en triciclo, y puede hacerlo bien, el segundo paso en el gradiente podría ser que aprenda a ir en una bicicleta con ruedecitas. Este es un vehículo con dos ruedas grandes y dos ruedas traseras más pequeñas. Las ruedas más pequeñas solo le ayudan para que aún no tenga que concentrarse en el equilibrio. Es un poco más difícil de montar pero aún es muy simple.
Entonces, como paso final en el gradiente, aprende a coordinar todas las acciones necesarias y puede ir en la bicicleta sin ninguna ayuda.
Al estudiar y aprender cómo hacer algo lo mejor es hacerlo en gradiente. Pero no siempre pasa de esta manera y ahí es cuando te puedes topar con dificultades, a menos que sepas cómo detectar y resolver esta barrera.
Esta segunda barrera al estudio es: gradiente excesivo en el estudio.
Ir demasiado rápido o saltarse un paso en un gradiente es diferente a cualquiera de las otras barreras. Las reacciones físicas y mentales de esta barrera son muy fáciles de ver, cuando estás aprendiendo a hacer algo o realizando alguna acción o actividad.
Cuando te topas con un gradiente excesivo en el estudio de algo, produce una especie de confusión o tambaleo (sentirse mareado e inestable).
Este es un ejemplo. Digamos que estabas instalando o aprendiendo cómo usar un nuevo programa en tu ordenador. Lees los primeros pasos, los entiendes, los sigues y va bien.
Lo que estás haciendo sigue yendo bien hasta que te das cuenta de que ya no te va bien. Digamos que has empezado a sentirte confuso y experimentas una especie de sensación de tambaleo (sentirse mareado e inestable). Esta reacción te dice de inmediato que te has topado con un gradiente demasiado pronunciado. Has pasado algo que no has captado y te has saltado el gradiente.
Lo que va a pasar es que vas a creer que los problemas que estás teniendo han empezado cuando has iniciado el nuevo paso en el programa de ordenador, cuando has empezado a sentirse confuso y a experimentar el tambaleo. Pero no es ahí donde te has saltado el gradiente. Te has saltado el gradiente en algo anterior. Había algo que estabas haciendo antes en el programa de ordenador que no has entendido. Lo has pasado y te has topado con un nivel demasiado alto. Has ido demasiado rápido a un gradiente más elevado.
La barrera de gradiente excesivo se reconoce más fácilmente y se usa más a menudo cuando estás involucrado en hacer alguna nueva acción; en otras palabras, cuando te encuentres físicamente haciendo los movimientos de algo que es nuevo para ti.