La Observación y la Escala Tonal
Observación es la acción de notar o mirar de cerca a las cosas. Es algo que haces cada día, pero solo porque tus ojos miren algo no significa que de hecho lo observaste. La observación incluye el estudio más cercano posible de lo que estás observando y cuando se observa para encontrar el tono emocional de la persona, la observación es todo lo que necesitas para saber con exactitud dónde está en la Escala Tonal Emocional.
La Escala Tonal es una herramienta extremadamente útil para ayudar a predecir cómo se comportará una persona y lo que va a hacer. Pero para hacer esto bien, tienes que ser capaz de reconocer la posición de una persona en la Escala Tonal de un vistazo.
La Escala Tonal es muy fácil de aplicar cuando la persona es ruidosa u obvia sobre su estado emocional.
Por ejemplo, podrías decir que alguien estaba enojado anoche porque la persona empezó a gritar y tiró un libro al otro lado de la habitación. Eso es simple. O digamos que viste a Mary empezar a llorar de repente. Obviamente ese es fácil de reconocer como el tono emocional de pesar.
Pero ahora veamos qué pasa con el nivel de tono de una persona durante un largo periodo de tiempo. Estos no son los buenos modales usuales y respuestas que una persona aprende, como responder “Estoy bien” cuando se le pregunta cómo le va. A eso se le llama tono social. Social, en este uso, significa la forma en que la gente en grupos se comporta y actúa cuando está junta. El tono social de la persona depende de su educación y el comportamiento que ha aprendido de sus amigos o familia que ella usa para presentarse frente a los demás. Por otro lado, detrás del tono social de la persona está su nivel de tono, en el que se encuentra en su vida diaria. Con la práctica, puedes ver un tono social y observar el nivel de tono real de la persona.
¿Cómo lo haces? Lo haces de la única forma en que ves algo: observa lo obvio. Miras algo solo por lo que es, por lo que está ahí realmente. La habilidad de observar lo obvio es fácil de aprender.
¿Cómo le enseñas a alguien a ver lo que está ahí? Una forma es poner algo para que lo observe y hacer que te diga lo que ve. Una persona puede practicar esto sola o con un grupo, como en una clase. Al estar sola, la persona podría seleccionar una persona u objeto y observar lo que está ahí.
Un maestro que quiere enseñarle a los estudiantes a observar, le preguntaría a cada estudiante que se pusiera de pie frente a la clase y haría que el resto de los estudiantes le observaran. El maestro le pregunta a los estudiantes:
“¿Qué ven?”.
La primera respuesta podría ser algo como:
“Bueno, puedo ver que ha tenido mucha experiencia”.
“Ah, ¿de verdad? ¿Realmente puedes ver su experiencia? ¿Qué ves ahí?”.
“Bueno, puedo ver por las arrugas alrededor de sus ojos y de su boca que ha tenido mucha experiencia”.
“Muy bien, pero, ¿qué es lo que ves?”.
“Ah, ya te entiendo. Veo arrugas alrededor de sus ojos y de su boca”.
“¡Bien!”.
El maestro no acepta nada que no sea claramente visible.
Un estudiante empieza a comprender y dice: “Bueno, en realidad puedo ver que tiene orejas”.
“Muy bien, pero desde donde estás sentado, ¿puedes ver sus dos orejas ahora mismo al mirarlo?”.
“Bueno, no”.
“Bueno. ¿Qué ves?”.
“Veo que tiene una oreja izquierda”.
“¡Bien!”.
No hay conjeturas o ideas que valgan; solo lo que es visible al ojo.
Lo que estás tratando de lograr con este ejercicio es aprender a observar lo obvio. Es para ayudarte a llegar al punto donde puedes mirar a otra persona, o a un objeto, y ver exactamente lo que hay ahí. No es una decisión de lo que podría estar ahí. Solo lo que está ahí, visible y claramente a la vista.
Este es un ejercicio que puedes hacer por ti mismo en cualquier momento del día, en cualquier lugar en el que estés, como en un autobús o tren, en un restaurante, en la calle o en el trabajo.
Puedes obtener una buena idea del nivel de tono verdadero de una persona al mirar lo que hace con sus ojos.
En apatía, dará la apariencia de mirar directamente a un objeto en particular durante minutos sin parar. El punto es que ni siquiera ve el objeto. No es consciente del objeto en absoluto. Si le lanzaras una bolsa a la cabeza, probablemente la dirección de sus ojos sería la misma.
En pesar, la persona luce triste y por lo general dirige sus ojos hacia el suelo la mayor parte del tiempo.
En miedo, la persona no puede mirarte. La gente es demasiado peligrosa como para mirarla. Supuestamente te está hablando, pero está mirando hacia la izquierda. Después le dará un vistazo a tus pies por un momento, luego mira por encima de tu cabeza (te da la impresión de que un avión está pasando por encima de ambos), pero ahora está mirando hacia atrás, por encima de su hombro. Ella mira aquí y mira allá, de un lugar a otro. Ella mirará a cualquier lado menos a ti.
Luego, en enojo, mirará cuidadosamente hacia otro lado con la idea de no comunicarse contigo. Cuando la persona está un poco más arriba en la Escala Tonal, te mirará directamente, pero no lo hará de forma muy agradable. Él quiere hacerte la cosa a la que dirija su molestia, especialmente si está en enojo.
Luego, en aburrimiento, los ojos de la persona se pasean alrededor de nuevo, pero no tan rápido o preocupadamente como en miedo. Tampoco evitará mirarte. Te incluirá entre las cosas que mira.
Con estos datos, y teniendo cierta destreza para observar a la gente, ahora puedes practicar en lugares públicos donde hay muchas personas. Empieza a hablar con extraños. Solo páralos y pídeles instrucciones o algo. Entonces puedes detectar rápidamente cada nivel de la persona en la Escala Tonal. Esto se hace para tener práctica y mejorar tu destreza.
Una mejor manera de hacer esto es tener una serie de preguntas que hacerle a cada persona y una tablilla sujetapapeles para anotar las respuestas, tomar notas, etc. Es como si estuvieras haciendo una encuesta para alguien, pero el verdadero propósito de hablar con la gente es localizar sus niveles en la Escala Tonal; encontrar con precisión sus tonos reales y sus tonos sociales. Puedes crear algunas preguntas que hacerles que penetrarían a través de su entrenamiento y educación social de tal forma que sus verdaderos tonos se hicieran muy obvios.
Aquí hay algunos ejemplos de preguntas que se usan para este ejercicio:
“¿Qué es la cosa más obvia sobre mí?”.
“¿Cuándo fue la última vez que te cortaste el pelo?”.
“¿Crees que la gente trabaja tanto ahora como hace cincuenta años?”.
Al principio, estás haciendo esto solo para localizar el tono de la persona a la que
Más tarde, a medida que adquieres confianza en parar a extraños y hacerles preguntas, se añaden estas instrucciones:
“Entrevista al menos a quince personas. Con cada una de las primeras cinco, iguala su tono tan pronto como lo hayas detectado. Con las siguientes cinco ponte debajo de sus tonos y hazles las preguntas y ve qué sucede. Entonces, para las cinco últimas personas que entrevistes, haz un tono más alto que el suyo”.
Por ejemplo, digamos que la persona a la que te diriges dice de una forma enojada: “Claro, responderé tus preguntas, tengo que esperar la grúa de todos modos, ¡porque mi estúpido auto se averió!”.
Para igualar su tono de enojo, podrías responder, también en un tono enojado: “¡Qué pasa con el mundo hoy que la gente avería los autos, no hacen un buen trabajo como lo hacían antes!”.
Y luego continúa igualando su tono mientras haces las preguntas.
¿Qué es lo que una persona puede ganar con estos ejercicios? Primero, puedes aumentar tu habilidad para comunicarte con cualquiera.
Al principio, una persona puede ser altamente selectiva acerca del tipo de gente al que detiene. Podrías detener y hablarle solo a las mujeres ancianas o tienes cuidado de no hablarle a alguien que tenga aspecto de estar molesto o solo le hablas a las personas que se vean limpias. Pero después de hacer el ejercicio durante un tiempo, simplemente pararás a la siguiente persona que pase, incluso si parece que tiene una mala enfermedad y podría ser muy peligroso.
Tu habilidad para realmente observar a las personas aumenta mucho y un extraño se convierte en alguien más con quien hablar. Te vuelves dispuesto a detectar exactamente y poner a la persona en la Escala Tonal sin estar confuso y sin titubear.
También te haces bastante bueno al hacer preguntas en cada uno de los tonos emocionales y te comunicas con confianza, lo que es muy útil en la vida. También es muy divertido de hacer.
Ser capaz de reconocer el nivel de tono de la gente con solo mirarla es una habilidad que puede darte un empuje tremendo en tu trato con los demás. Es una destreza a la que vale la pena dedicarle tiempo y esfuerzo.