¿Se “Malcría” a un Niño con Amor y Afecto?
Los padres a menudo se preocupan de que “malcrían” a sus hijos. Cuando hablas de un niño malcriado, realmente tienes que comprender lo que esto significa. ¿Qué es un niño malcriado?
¡A un niño se le malcría despojándolo de su libertad de acción! No se le malcría al quererlo e incluso darle cosas. Puedes darle casi todo y no lo malcriarás. Pero robar su independencia (libertad personal) de acción lo malcriará.
A un niño se le puede robar su independencia de acción de muchas formas.
La primera es impedir que haga algo o hacer algo sin su cooperación, que dices que estás haciendo “solo por su propio bien”. Pero esto solo impide que tome sus propias decisiones y lo castiga aún más cuando sus propias decisiones le metan en problemas.
Por ejemplo, digamos que un niño decide ayudar a un amigo en sus estudios después de la escuela. Como resultado, llega a casa un poco tarde para la cena familiar. Su padre se molesta acerca de esto y le dice que no tiene permitido llegar tarde para una comida familiar, ¡nunca! Digamos que el padre entonces le quita al niño parte de su paga como castigo. Ahora el niño ha sido castigado por su propia decisión y se da cuenta de que realmente no tiene la libertad sobre sus acciones o decisiones.
Otro error común es decirle continuamente a un niño lo bueno que todos son con él, que el mundo entero está trabajando para él y lo malagradecido (no mostrar agradecimiento) que es en retorno y que él no muestra su agradecimiento en ninguna forma. Esa es otra forma de robar al niño de su independencia de acción. Eso hace que sienta como si te debiera y que no debería tratar de hacer cosas por sí mismo.
La verdad es que ningún niño fue nunca malcriado por afecto, por simpatía, por amabilidad, por comprensión o incluso por dar en exceso. Le podrías dar a tu hijo un coche, motocicleta o cualquier otra cosa que tú, como niño, hubieras querido y tu niño no sería malcriado. Podrías darles mejores juguetes que cualquier otra persona en la manzana y no haría que fuera un niño arrogante (alguien que mira por encima del hombro a los demás).
Lo que es mejor es permitir que tu hijo actué por sí mismo y tome sus propias decisiones con los amigos con quien juega y con quien va a la escuela. Él puede salir y compartir sus posesiones si quiere o no. Depende de él. Si se le permite vivir así, él mismo descubrirá cómo funciona el mundo. Y eso es algo que él tiene que aprender.
Tenemos que acabar con una antigua superstición (creencia que no es verdadera) de que el amor y el afecto molestan profundamente a un niño y le causan problemas o incluso lo vuelven loco. La gente cree esto, pero no es cierto.
Puedes estar seguro de que la forma más rápida de malcriar a tu hijo no es quererlo, sino quitarle su libertad de acción.