Honestidad y Libertad
Honestidad significa ser sincero y no tener nada que ocultar. Una persona que es honesta dice la verdad y no miente, no hace trampas ni trata de engañar a los demás. Es digna de confianza.
Después de que hayas alcanzado un elevado nivel de habilidad, serás el primero en insistir en tus derechos (privilegios y libertades, tales como la libertad de discurso, que se le dan a las personas por ley) de vivir con gente honesta.
Es un error usar la “libertad” como un argumento para proteger a aquellas personas que solo destruirán.
Los derechos individuales se crearon para proteger la libertad de la gente honesta. Pero la gente deshonesta a menudo ha tratado de usar estos derechos simplemente para evitar que sus acciones dañinas sean reveladas.
La libertad es para las personas honestas. Un hombre deshonesto no puede ser libre si tiene cosas que ocultar. Cuando sus propias acciones no se pueden revelar, entonces él es prisionero de sí mismo. Él siente que debe apartarse de otras personas porque teme que les hará daño otra vez. Cuando proteges a personas deshonestas, las fuerzas a vivir una vida de sufrimiento y soledad.
Solo hay un camino de salida para la persona deshonesta y es que ella encare sus propias responsabilidades en la sociedad y se vuelva a poner en comunicación con sus semejantes, con su familia y con el mundo en general.
La libertad del Hombre no significa libertad para perjudicar al Hombre. La libertad de expresión no significa libertad para dañar con mentiras.
El Hombre no puede ser libre mientras a su alrededor existan quienes tengas cosas que ocultar sobre sus propios actos dañinos.
Para ser libre, un hombre debe ser honesto consigo mismo y con las personas con las que vive y trabaja.