La Personalidad Social trabaja, de forma natural, hacia el mayor bien.

No la persiguen enemigos imaginarios, pero sí reconoce a los enemigos reales cuando existen.

La Personalidad Social quiere sobrevivir y desea que los demás sobrevivan, mientras que la Personalidad Antisocial de manera real y encubierta quiere que los demás fracasen.

Básicamente, la Personalidad Social quiere que los demás sean felices y que les vaya bien, mientras que la Personalidad Antisocial es muy hábil en hacer que a los demás les vaya realmente mal.

El punto importante sobre la Personalidad Social no es realmente el éxito de las cosas que hace, sino sus razones para hacer las cosas. Cuando tiene éxito, la Personalidad Social es a menudo el blanco de la Personalidad Antisocial, y por esta razón puede fracasar. Pero la Personalidad Social quiere que los demás también tengan éxito, mientras que la Personalidad Antisocial solo quiere que los demás fracasen.

A menos que podamos ver a la Personalidad Social y protegerla y ver también a la Personalidad Antisocial e impedir que dañe a otros, nuestra sociedad continuará sufriendo por la demencia, la criminalidad y la guerra, y el hombre y la civilización no sobrevivirán.

No dañes a la Personalidad Social, y no dejes de hacer ineficaces los esfuerzos de las Personalidades Antisociales de dañar al resto de nosotros.

Solo porque un hombre ascienda por encima de sus semejantes o asuma un puesto importante no hace de él una Personalidad Antisocial. De igual manera, solo porque un hombre pueda controlar o tener autoridad sobre otros no hace de él una Personalidad Antisocial.

Son las razones para hacerlo y lo que ocurre como resultado de sus acciones lo que diferencia a la Personalidad Antisocial de la Personalidad Social.

A menos que nos demos cuenta y usemos las verdaderas características de los dos tipos de personalidades, continuaremos viviendo en la incertidumbre de los que son nuestros enemigos y al hacerlo seremos injustos con nuestros amigos.

Todos los hombres han cometido actos de violencia u omisión (descuido) por los que se les podrían culpar. En toda la humanidad no hay un solo ser humano que sea perfecto.

Pero están los que tratan de hacer el bien y los que se especializan en el mal y basándote en estos hechos y características los puedes reconocer.