Habla solo en términos muy generales (afirmaciones que no dan detalles). “Dicen…”, “Todo el mundo piensa…”, “Todos saben…” y expresiones así son de uso continuo, especialmente al esparcir un rumor. Por ejemplo, la Personalidad Antisocial puede esparcir un rumor, tal como “A nadie le gusta ir a este restaurante, todo el mundo lo odia”. Cuando se le pregunta: “¿Quién es todo el mundo?” finge que es la opinión de toda la sociedad. Por lo general resulta ser que solo una persona lo ha dicho y esa persona es la propia Antisocial.

Una persona así transmite principalmente malas noticias, comentarios hostiles o críticos, invalidación (poner a alguien en lo incorrecto o hacer menos digno de respeto) y supresión general (acciones dañinas para oprimir a otros, hacer que fracasen, etc.).

Una persona así nunca transmite buenas noticias o elogios.

La Personalidad Antisocial altera la comunicación empeorándola cuando transmite un mensaje o una noticia. Detiene las buenas noticias y solo transmite las malas, que a menudo adorna.

Una persona así, también finge que está pasando “malas noticias” que en realidad son inventadas.

La Personalidad Antisocial elige continuamente el blanco (la causa de las cosas) incorrecto.

Si una rueda se pincha por conducir sobre clavos, ella maldice a un compañero o a la fuente incorrecta del problema. Si la radio de la casa de al lado está demasiado alta, le da una patada al gato.

Si la causa obvia es A, la Personalidad Antisocial inevitablemente culpa a B o C o D.

La Personalidad Antisocial no puede terminar un proyecto o acción.

Acaba rodeada de proyectos incompletos y cosas que han empezado y no las han terminado.

La Personalidad Antisocial solo apoya a grupos destructivos y ataca a los grupos constructivos o a los grupos que trabajan ayudando a la gente.

La Personalidad Antisocial tiene un sentido incorrecto de la propiedad y piensa que la idea de que alguien posee algo es una mentira inventada para engaña a la gente. Para ella, realmente nada se posee nunca.