Siempre que las personas se reúnen para trabajar como grupo hacen acuerdos, ya sean expresos o implícitos, en cuanto a lo que está bien o está mal; en otras palabras, lo que contribuye a la supervivencia del grupo y lo que será destructivo para él.

A esto se le llama un código moral, una serie de acuerdos que cada persona ha decidido seguir para asegurarse de que el grupo sobreviva.

No importa cuál sea el tamaño del grupo —ya sean dos personas formando un matrimonio o toda una nación en formación— los miembros del grupo hacen ciertos acuerdos. La ruptura de uno de estos acuerdos comúnmente se conoce como una transgresión.

Cuando un compañero en una relación o un matrimonio rompe el código moral acordado, él con frecuencia siente que no puede decirle a la otra persona sobre ello. Pero estas transgresiones pueden acumularse de forma gradual y causar la ruptura de la relación.

En Scientology, la palabra usada para un acto dañino o una transgresión contra el código moral de un grupo se llama acto hostil.

Un acto hostil es algo que hiciste que no deberías haber hecho o algo que no hiciste que deberías haber hecho, de acuerdo al código moral.

Otra forma de verlo es que un acto hostil es la cosa que le has hecho a otro que no quieres que se te haga a ti.

Por ejemplo, considera a un esposo que hace un acuerdo con su esposa de que se reunirán en un restaurante esa noche por su aniversario de bodas. Más tarde ese día, su amigo le pide que vaya al cine y él decide ir allí en su lugar. Él no aparece para encontrarse con su esposa o incluso no la llama para dejarle saber y ella termina comiendo sola. Eso sería un acto hostil.

Cuando una persona comete (hace) un acto hostil contra alguien, a menudo siente que no puede decírselo a la persona por miedo a lo que podría suceder. Así que lo mantiene para sí misma, lo oculta.

Una ocultación es un acto hostil que la persona ha cometido del que él o ella no habla.

Toda ocultación viene después de un acto hostil.

Los actos hostiles y las ocultaciones separan a la persona de comunicarse libremente con el resto de su grupo o familia.

Por ejemplo, si un hombre va a un casino y pierde todo el dinero que había ahorrado y que necesitaba para pagar las facturas de la familia, él ha cometido un acto hostil. Si después oculta esto y nunca se lo menciona a su esposa o a su familia, él ha roto un acuerdo en el que se basa ese grupo. Este es el tipo de acto que causa la desintegración (separación en partes) de la familia.

Un matrimonio que se ha roto hasta el punto en que los cónyuges están separados entre sí a causa de actos hostiles y ocultaciones, es casi imposible de volver a unir con solo postular su existencia. Después de que las personas se separan la una de la otra, deben revertir esa separación ellas mismas. Tienen que, de alguna manera, volver a entrar en comunicación y volver a crear su matrimonio. ¿Y cómo hacen eso?

Algunas personas pueden pensar que el matrimonio es algo que ellos leen en un libro de cuentos o que vieron en una película. Ellos tal vez piensan que en un hermoso día de verano, conocerán a este hermoso hombre o esta hermosa chica. Luego se unen y dicen: “Hasta que la muerte nos separe”. Y ellos creen que han hecho un matrimonio solo al decir eso. Pero, de hecho, no han comenzado aún.

Creerás que el matrimonio tiene mucho que ver con las relaciones. No es así. Tiene que ver sobre todo con cosas tales como el maquillaje, las cuchillas de afeitar, la ropa, el auto y la casa que tienen para compartir. Ellos deben aprender a vivir uno con el otro, si pueden.

En cierta medida, han acabado o removido —por el acto de casarse— lo que estaban haciendo antes. Ellos hacen este acuerdo y tienen que empezar a partir de ahí. Es lo que sucede a partir de ahí lo que importa.

Pero algunas cosas que han hecho antes, que han ocultado ferozmente (con mucha fuerza) del otro, ni siquiera permiten que el matrimonio comience y cuarenta y ocho horas más tarde el matrimonio ya se está dirigiendo a la ruina o desastre. Esto es porque simplemente hay demasiados actos hostiles y ocultaciones de antes que se conocieran.

Pero incluso ese matrimonio puede salvarse.

En un matrimonio que ha durado unos cuantos años, los actos hostiles y las ocultaciones pueden acumularse hasta que los esposos “se distancien”. Algunos pueden considerar que es tradicional (la manera en que las cosas han sido durante mucho tiempo) que al final de tres años, los esposos y las esposas no disfruten de estar el uno con el otro. Ellos lo consideran como de costumbre. Pero parece que no saben realmente por qué sucede.

Sucede debido a los actos hostiles y ocultaciones que los cónyuges maritales tienen entre sí.

Si este es el caso al final de los tres años, ¿qué tan mal crees que será al final de diez años? Para entonces, muchas parejas simplemente han aprendido a aguantar al otro o ambos están en propiciación; un estado de tratar de mantener tranquilo o reducir la ira del otro. De alguna manera se están llevando bien y preferirían seguir así que de ninguna otra forma. Prefieren estar casados a no estarlo. Creen que lo están haciendo bien. Y ya no piensan mucho en la muchacha o el muchacho con quien debieron casarse en su lugar. Su matrimonio avanza de alguna manera.

En esa relación, Scientology puede hacer un impresionante y sorprendente cambio: ¡podemos limpiar ese matrimonio!

El divorcio y la separación resultan simplemente porque hay demasiados actos hostiles y ocultaciones entre los cónyuges. Es así de sencillo.

Cuando un cónyuge se siente estresado o presionado y se quiere ir y dice: “Debería irme” o “No debería quedarme” o “Debería hacer otra cosa” o “Deberíamos separarnos” o “Yo estaría mucho mejor si no hubiéramos”, todas esas ideas vienen directamente de actos hostiles y ocultaciones del cónyuge que tiene esos pensamientos.

En realidad, la razón básica de que una persona haga esto es que trata de proteger a su cónyuge de su propia maldad (comportamiento malo o dañino). Así que se dice a sí mismo: “Bueno, es mejor que me vaya” o “Mejor nos separamos” o “Deberíamos calmarnos (romper por un tiempo)”. Y eso es normalmente el enfoque gradual de una ruptura de matrimonio. Pero podemos tomar esas cosas y “despreocuparlas”.

Si alguna vez has tratado de ayudar a limpiar un matrimonio entre una pareja, encontrarás que pueden decidir que todo ha terminado y que no hay razón para seguir porque no es posible... Lo que siempre salva el día es hacer que cada persona recuerde lo que él o ella hizo. Si los dos cónyuges mantienen solo ese pensamiento con firmeza en la mente, y revelan todos sus actos hostiles y ocultaciones el uno al otro, cualquier matrimonio puede salvarse.