Un punto muy importante al que prestar atención al buscar una Tercera Parte es el de los informes falsos. Informes falsos son declaraciones escritas o habladas que contienen mentiras.

Se ha descubierto que puede que no se haya notado la Tercera Parte completamente porque esa persona está esparciendo informes falsos sobre otras personas.

Por ejemplo, si alguien comete un error y está tratando de protegerse a sí mismo de ser acusado, le echa la culpa de su error a otro, después esa persona se mete en problemas y la Tercera Parte real permanece oculta.

La forma de resolver esto es hacer que la persona a la que se ha acusado de hacer algo incorrecto se le dé la información de la persona que le está acusando para que tenga la oportunidad de demostrar que es cierto o falso.

En la base de todas las actividades realmente problemáticas de la Tercera Parte están los informes falsos. Los informes falsos también pueden incluir una percepción falsa; alguien “ve” algo que en realidad no existe e informa de ello como un hecho.

Para evitar que alguien sea falsamente acusado, las personas que tengan algún grado de autoridad en un grupo no deberían aceptar una acusación ni actuar de acuerdo a ella sin una investigación personal para comprobar si la acusación es cierta o si simplemente es la acción de una Tercera Parte. Esto evitará el castigo de personas que no han hecho nada malo.

Para proteger a una persona honesta, cada vez que alguien hace un informe negativo sobre otra persona, el informe se tiene que investigar para asegurarse muy bien de que es cierto.